Las extracciones, como explicamos en el artículo anterior, son indispensables para el correcto funcionamiento de un bar o restaurante. Hoy hablaremos sobre los diferentes tipos de filtros de campana que se colocan, según la finalidad o volumen de trabajo de cada local.
Primeramente, los filtros de campana sirven para retener los olores y las grasas generados en la cocina. Podemos distinguir dos grandes grupos, por un lado, los filtros de aluminio y por otro lado los filtros de carbón activo. Los filtros metálicos sirven para la retención de la grasa. Están hechos de aluminio o acero inoxidable. Retienen grandes niveles de grasa, además de su fácil limpieza, ya que se pueden lavar incluso en el lavavajillas. Los filtros de carbón activo sirven para retener los olores creados en la cocina. Su función es restablecer el aire de la cocina. Otra diferencia que tienen en comparación con los metálicos, es que no se pueden lavar, es decir, se tienen que ir cambiando cada “X” tiempo según el tiempo de trabajo y la frecuencia de uso.
¿Qué tipo de filtros de campana hay?
Un alto rendimiento de los filtros de la campana, conlleva a un alto rendimiento de la campana, ya que no se taponan los filtros y permiten trabajar de forma eficaz y correcta. Los principales filtros se pueden distinguir entre:
- Filtros de lamas de acero inoxidable: Estos filtros funcionan con un sistema parecido a un centrifugado que repele las partículas de grasa hacia las paredes de la campana. Estos filtros aportan facilidad de limpieza de los mismos, aunque su eficacia es inferior al 60%.
- Filtros de malla: Los filtros de malla están formados de varias capas de malla en forma de zig-zag, y suelen estar hechos de acero inoxidable, de galvanizado, o de los dos. A este tipo de filtros también se les llama filtros de condensación. Estos filtros ofrecen una eficacia superior al 70%.
- Filtros combinados: Estos filtros cuentan con un filtro de malla interior y con un filtro de lama exterior. Estos filtros tienen un precio elevado dadas las características.
- Filtros de carbón activo: estos filtros están destinados a absorber malos olores. Estos filtros se deben combinar con otros que repelan la grasa, ya que este filtro solo se encarga de olores. Debemos tener presente que estos filtros no se pueden limpiar, lo que conlleva un cambio de filtros cada año, trabajando 1 o 2 horas diarias con la extracción.